Clase a clase fuimos trabajando la postura corporal, la idea siempre era mantener el Neutro, tener los pies en paralelo con los hombros y las caderas, relajar el cuerpo al máximo, identificar las zonas que tuviésemos tensas para poder trabajar sobre ello. Realizamos ejercicios de relajación como mover los músculos y articulaciones con movimientos circulares para relajar, ejercicios de respiración, expandiendo las costillas hacia los lados para poder oxigenarnos.
psicodrama
domingo, 13 de noviembre de 2011
El Neutro
Clase a clase fuimos trabajando la postura corporal, la idea siempre era mantener el Neutro, tener los pies en paralelo con los hombros y las caderas, relajar el cuerpo al máximo, identificar las zonas que tuviésemos tensas para poder trabajar sobre ello. Realizamos ejercicios de relajación como mover los músculos y articulaciones con movimientos circulares para relajar, ejercicios de respiración, expandiendo las costillas hacia los lados para poder oxigenarnos.
Autocuidado
En la unidad del autocuidado vimos que tiene que ver con la responsabilidad de uno mismo, de cuidar la propia salud física y mental, por ejemplo, si uno sabe que algo le hace mal, evitar hacerlo, hablamos en clases de las mujeres celosas, que persiguen todo el día a la pareja, esa persona no está teniendo un autocuidado porque hace cosas que le generan un malestar emocional y físico o las mujeres golpeadas que no asumen su responsabilidad para terminar con su problema.
Las corazas corporales
Las emociones afectan al ser humano de diversas maneras, la generación de gestos y corazas musculares ante eventos que nos causan placer o dolor son inevitables porque forman parte de nuestra expresividad.
Cuando las sensaciones son intensas, generan una memoria que perdura y que luego volverá a ser activada cada vez que una sensación similar aparezca. Cuando sufrimos una pena y sollozamos o lloramos, el diafragma tiende ascender y la inhalación es más larga que la exhalación. Esto genera una sensación de frío corporal y una limitación en la expansión de los pulmones, que en la medicina tradicional china se asocia a la tristeza y la melancolía. Si la musculatura diafragmática no se reacomoda porque la sensación fue muy intensa, estaremos con el llanto a flor de piel y quedaremos expuestos a brotes de hipersensibilidad ante las situaciones más insignificantes.
Cuando la situación es de alegría o cuando nos reímos, se genera un brusco descenso del diafragma, que al golpear la cápsula suprarrenal causa calor y euforia, aumentando la producción de sustancias como la adrenalina. La exhalación se vuelve más larga que la inhalación y el fuego del corazón se aplaca, como diríamos desde la medicina tradicional china. Ya las viejas tradiciones shamánicas chinas conocían las técnicas de la emisión de sonidos para regular las emociones y el ánimo. Los sonidos clásicos del Hen y del Ha proporcionaban las claves para reacomodar el diafragma y ajustar la emoción a través de la respiración.
El sonido Hen se practica en inhalación –es similar al sollozo- y a través de su acción elevadora del diafragma, equilibra a las personas eufóricas, extremadamente yang, que les cuesta dormir y que sienten con frecuencia calor corporal.
El sonido Ha es una exhalación fuerte, similar a la risa, que colabora en el descenso del diafragma para aumentar el calor corporal y activar a las personas yin, que tienen sus fun-ciones corporales lentas y carecen a veces de la voluntad necesaria para completar sus tareas diarias.
La práctica cotidiana de este antiguo método de Chi Kung de manera preventiva, ayuda a equilibrar la mente, a controlar mejor el músculo diafragmático y a desarrollar una mejor defensa mental frente a los inevitables avatares de nuestra vida.
En las formas de las Artes Marciales externas los movimientos más ofensivos tienen la misma intención, que es la de liberar el Chi del pecho a través del sonido, para que no quede estancado en el cuerpo y pueda ser expulsado mediante un golpe. En China se usa el sonido “Ha” y en Japón el “Kiai”.
Pero las corazas musculares no tienen un lugar fijo de aparición, se pueden dar en cualquier parte, según el gesto que generemos de manera reiterativa.
Por eso vemos gente que ante situaciones críticas se contractura en los trapecios, en los músculos vertebrales, etcétera. Estas contracturas bloquean la circulación de la sangre y también de la bioelectricidad. Ante una contractura cervical severa, no sólo la sangre no irrigará bien y notaremos mareos o un síndrome vertiginoso, sino también que la bioelectricidad (el Chi) congestionará esas áreas y esto generará dolor.
Las vías de escape de la energía son las puntas y las zonas de menor resistencia, es por eso que la relajación, que es base y principio de la práctica de Tai Chi, genera una no resistencia y una movilización del Chi y de la sangre. Las memorias musculares que se activan ante eventos emocionales bloquean el Chi y causan enfermedad, pues la energía y los fluidos deben circular en el cuerpo, de lo contrario generan calor, inflamación o infecciones. Las corazas son pensamientos cristalizados en la materia, actitudes corporales de defensa ante situaciones que no podemos controlar.
El nombre que le daban los chinos a las corazas musculares era Koei, que quiere decir “fantasma”, es una energía que habita el cuerpo sin autorización y que se instala en los tejidos musculares, o que en realidad se instala en la mente pero se manifiesta en los músculos. En acupuntura existen trece puntos Koei, que se usan en el tratamiento de las personas con afecciones mentales; también son llamados puntos demoníacos.
Los músculos que están por encima del diafragma son liberados por los movi-mientos de los brazos, que logran sacar el Chi por la punta de los dedos (los puntos Ting o Pozo de los antiguos) y por la cavidad de la palma (lao gong), que es el mayor centro de proyección de Chi.
La congestiones o contracturas que se dan por debajo del diafragma se liberan por los dedos de los pies (puntos Ting) y por la planta del pie (yong chuan), que es un punto de conexión con el centro de la Tierra y que actúa como un cable a tierra.
La integración de movimientos suaves y relajados que fluyen sin interrupción, promueven un camino para que la energía estancada en los tejidos corporales fluya para mejorar la circulación de la sangre y del Chi, que es lo que nos hace sentir tan bien después de una práctica.
Las corazas musculares también aparecen a causa de trastornos orgánicos crónicos o agudos, que cada órgano refleja en la superficie del cuerpo. Donde hay tensión, hay bloqueo de la energía. Por ejemplo si tensionamos la muñeca durante la práctica, el Chi no puede arribar a los dedos y su circulación es incompleta. El Tai Chi Chuan practicado según sus principios originales, con ondulación y sin generar resistencia, logra aliviar la congestión de los órganos y su respectiva manifestación en la superficie del cuerpo.
El psicoanálisis
Primera Tópica del Aparato Psíquico
En 1915, Freud propone la presencia de tres instancias psíquicas:
Sistema Consciente
Sistema Preconsciente
Sistema Inconsciente
Sistema Consciente. Freud no se esfuerza demasiado por caracterizar la conciencia, dado que la adecua a lo que los filósofos y el mismísimo "saber popular" consideran al respecto. "Cuando se habla de conciencia, todo el mundo sabe inmediatamente, por experiencia, de qué se trata." La conciencia está asociada a la percepción y cumple una función selectiva, recibiendo y filtrando los estímulos provenientes tanto del mundo exterior como del interior. De toda la información que se ofrece a nuestra percepción, somos conscientes momentáneamente de ciertos elementos y de otros no.
Sistema Preconsciente. Es una instancia cuyos contenidos no están en la conciencia pero son susceptibles de acceder a ella. Por ejemplo, mientras escribo este texto alguien me interrumpe y me pregunta cuál es mi ópera favorita. Accederán a mi conciencia contenidos que hasta hace un momento no estaban en ella, aparecerán nombres de ópera, la representación de la música, de alguna puesta que haya visto y contestaré "La Flauta Mágica". Todo lo referente a esta ópera de Mozart no estaba en mi conciencia mientras estaba escribiendo sobre Psicoanálisis, pero ante la pregunta, está información pasa, sin problemas, a la conciencia.
Sistema Inconsciente. Constituye el gran descubrimiento freudiano. El inconsciente es un sistema psíquico cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia, al menos no fácilmente, porque han sido reprimidos y encuentran una resistencia cada vez que intentan acceder a la conciencia. Estos contenidos inconscientes son representantes de las pulsiones que tienen vedado el acceso al sistema preconsciente – consciente.
Lo que intenta el psicoanálisis es hacer consciente lo inconsciente a partir de la palabra mediante el ya descripto método de "asociación libre" y la interpretación.
Se utiliza el término "tópica" para indicar que estos sistemas son "lugares virtuales", es decir, producto de una conceptualización espacial que carece de cualquier tipo de vinculación anatómica. El inconsciente no está ubicado en ninguna parte de nuestra fisiología; es un espacio virtual.
Segunda Tópica Freudiana
Estructura de la personalidad
En 1923, en su obra "El Yo y el Ello", Freud expone su segunda hipótesis estructural acerca del psiquismo, en la cual presenta también tres instancias:
El Ello
El Súper-Yo
El Yo
El Ello. Constituye el polo pulsional de la personalidad. Contiene las pulsiones inconscientes, en parte innatas y en parte reprimidas. El Ello es totalmente inconsciente.
El Súper-Yo. Se forma por la interiorización de las exigencias y prohibiciones parentales. Su tarea es comparable a la de un juez respecto al yo. Son funciones del Súper-Yo la conciencia moral, la autobservación y la formación de ideales. El Súper-Yo es el asiento de los valores, la discriminación entre lo que está bien y lo que está mal. Es, por ende, una instancia netamente cultural y tiene "partes" conscientes, preconscientes e inconscientes.
El Yo. El núcleo del Yo se asocia al sistema percepción-conciencia, pero no se limita a eso, dado que Freud adjudica al Yo la tarea defensiva de la represión; y la represión es inconsciente.
Tal como señalan Laplanche y Pontalis en su "Diccionario de Psicoanálisis", el Yo "se encuentra en una relación de dependencia, tanto respecto a las reinvindicaciones del Ello como a los imperativos del Súper-Yo y a las exigencias de la realidad". Si bien es una instancia que se exhibe como mediadora y como representante de los intereses de la totalidad de la persona, Freud puntualiza que la autonomía del Yo es ficticia.
Etapas del desarrollo psicosexual según Freud
Los niños no saben que las sensaciones tienen un origen sexual , sólo las sienten. Sobre la base de estas zonas particulares que se convierten en centros de placer sexual, Freud delineó cuatro etapas de desarrollo sicosexual : ORAL, ANAL, FALICA, GENITAL.
Las tres primeras y que son más importantes, concurren durante los cinco o seis primeros años de vida, de tal modo que las diferencias individuales de los adultos se conforman durante este período, marcadas fuertemente por los progenitores.
Etapa oral :
Se desarrolla durante el primer año de vida. La fuente principal de placer, conflicto y frustración se centra en la boca en tanto zona erógena. El niño obtiene su mayor placer en chupar , mascar , morder o vocalizar , pero estas actividades no tardan en ser reprimidas o controlada por los padres. Por ejemplo, la madre se enoja cuando el bebé se chupa el pulgar, o muerde algún juguete que puede estar sucio; o vocaliza en lugar de dormir; o juega con su alimento en lugar de comerlo. Puede ocurrir también que la madre no quiera amamantar a su hijo o lo haga de mala gana, todo lo cual es fuente de conflicto o frustración para el bebé.
El modo en que las necesidades que le surgen al niño son satisfechas o reprimidas durante este período, marca la formación de rasgos específicos de la personalidad tales como: dependencia, pasividad, pesimismo, tendencia excesiva a la actividad oral (fumar y hablar locuaz ).
Etapa anal:
Se caracteriza por el desplazamiento de la zona erógena que pasa de la boca al ano. Se extiende más o menos desde los 18 meses hasta los tres años de vida, época en que coincide con el entrenamiento higiénico, lo que hace que el niño centre su atención en la actividad anal; parece sentir un gran placer en el hecho de acumular su material fecal (retener ) o expulsarla ( dar). Esta situación lo pone en conflicto con los padres, porque estos empiezan a exigir que se ejecuten estos actos de acuerdo a ciertas normas (horario, lugar, etc.). para esto, la madre emplea ciertos recursos como castigar y regañar al niño, sobornarlo con premios, elogiarlos y acariciarlo "si hace las cosas bien". El niño, por su parte, descubre que puede manejar a sus padres e ir afirmando su independencia, negando su cooperación, no respetando horarios ni lugares y convertirse en rebelde y obstinado. Aprende a decir "no". El siente sus excrementos como algo personal y valioso, puesto que a través del proceso dar-retener (las heces) va afirmando su autonomía e dependencia (ya que son algo que sale de él , son producidos por él ).
Por otro lado, inicia el proceso de descubrimiento de su cuerpo y como los padres enfatizan la limpieza de la zona anal, la curiosidad del niño se centra allí. Empieza a tocarse, a mirarse y a mirar a los otros, en lo posible. Esto esta asociado a los tabúes y las prohibiciones respecto a esa zona del erotismo anal, por lo que a la vez que placentero, se convierte en fuente de conflicto y bastante frustración.
Los rasgos de personalidad que pueden formarse en esta etapa son: la obediencia, obediencia excesiva, desafío, rebeldía, puntualidad, limpieza extrema, perfección y avaricia.
Etapa Fálica:
La penúltima de las etapas inmaduras del desarrollo psicosexual va desde los tres a los cinco o seis años de edad y está determinada por el desplazamiento de la zona erógena, del ano a los genitales. A los tres años, la exploración del cuerpo es más sistemática y cuidadosa y los intereses del niño se vuelven a los genitales y a los placeres asociados con su manipulación, y exploración de los genitales de otros niños.
Al igual que en las etapas anteriores, en esta se desarrolla un conflicto entre la curiosidad del niño por sus órganos sexuales y la actitud de censura de los padres y de la sociedad respecto a la sexualidad.
Si el franco anhelo de estimulo de los genitales, de curiosidad sexual y de contacto sexual o genital con otros se ve severamente frustrado a causa de sentimientos y temores de los propios padres, el niño vive una situación de profundo conflicto que puede generar una fijación. Por otro lado, una actitud extremadamente complaciente puede crear en el niño una importancia exagerada de la sexualidad genital.
Surge en esta etapa el complejo de Edipo, que consiste en que el niño desarrolla un afecto sexual hacia su madre y ve a su padre como un rival, produciéndole una serie de sentimientos encontrados y ambivalentes porque, por un lado, el padre es modelo de virilidad y superioridad y, por otro, se convierte en un ser temido y odiado porque lo puede castrar por sus sentimientos hacia su madre ("ansiedad de castración").
Si el desarrollo es normal, el niño abandona estos deseos amorosos y termina asumiendo la función masculina más parecida a su padre. En cambio, si hay demasiada condescendencia o frustración, puede generarse en el niño graves conflictos con consecuencias a largo plazo.
En el caso de la niña, este proceso de "enamoramiento" se da hacia el padre y se denomina "complejo de Electra". Su conflicto con la madre rival por un lado, madre amorosa y modelo de feminidad por otra y sobre todo la responsable de su carencia de pene. Según Freud , este es el punto de origen de los sentimientos de inferioridad de las mujeres respecto de los hombres.
Este periodo de "enamoramiento platónico" simboliza la atracción por el sexo opuesto y por ello se trata de un periodo especialmente delicado y fuertemente influyente en la futura personalidad adulta. Los rasgos formacionales de esta etapa son: autobservación , amor propio, relaciones con los demás, aceptación o rechazo de los roles masculino o femenino, problema de autoridad, homosexualidad latente o patente.
Desde los 6 a los 11 o 12 años se produce un período de "latencia" que no representa una etapa psicosexual, sino que de consolidación y afirmación de rasgos y habilidades adquiridos en las etapas anteriores.
Etapa Genital:
Se desarrolla durante la pubertad y constituye el último período significativo de desarrollo de la personalidad . Igual que en la etapa fálica son los órganos sexuales las zonas erógenas fundamentales . Pero, en la primera, la sexualidad es primitiva y rudimentaria, centrada sobre todo en el individuo mismo, en tanto que en la etapa genital, la sexualidad alcanza madurez y se hace heterosexual. De hecho, el término " genitalidad" tiene un significado muy particular en Freud. En sentido restringido, comprende la potencialidad sexual y el orgasmo, pero en un sentido más amplio, es la masculinidad y la feminidad plenamente desarrolladas, es decir, lo que se designa como madurez personal.
En este período, el adolescente aumenta su vigor y energía sexual y se concentran en miembros del sexo opuesto. Empiezan a "probarse" en su capacidad de amar y trabajar para que esto pueda desarrollarse eficazmente . El individuo debería poseer todos los rasgos de las etapas anteriores, pero en forma moderada .
Algunos rasgos propios de esta etapa genital podrían ser: la capacidad de socialización e integración , progresiva satisfacción de sí mismo tendencia a ir resolviendo los conflictos contradictorios de su personalidad, capacidad y confianza en lo que hace.
Los temperamentos
Existen cuatro tipos de temperamentos:
- Sanguíneo
- Flemático
- Melancólico
- Colérico
Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional tiene que ver con la empatía, ponerse en el lugar del otro.
- Conocer las emociones y sentimientos propios
- Una vez que se reconocen se pueden manejar
- Luego de que se manejan, se pueden reconocer y ver en las otras personas
- Crear la propia motivación de la emoción
- Gestionar las relaciones