domingo, 13 de noviembre de 2011

El mapa fantasmagórico

El mapa fue un ejercicio que realizamos para identificar qué era lo más importante para nosotros y que de alguna manera nos creaba, nos modelaba como personas.
En mi mapa yo puse prioritariamente fotos de mi familia, nombres de personas importantes, lugares que han sido importantes en mi vida y acontecimientos que me han marcado. Por ejemplo, en los pies puse Guayaquil, que es la ciudad donde nací y en el otro puse Santiago que es donde pasé mi infancia hasta los 7 años y donde tengo mis mejores recuerdos de cuando era niña ya que pasaba cada verano luego de que me fui a vivir a Coyhaique con mis primos que son como hermanos. A ellos ( mis primos maternos ) los escribi en una pierna, mientras que en la otra escribí los nombres de mis amigas más cercanas, Pamela, Camila, Marianne. En una mano escribí Universidad de Concepción, en los brazos escribí los colegios donde estudié. En el tronco escribí Coyhaique 1998, que es el año en que llegamos a vivir ahí y lo puse porque es donde pasé casi toda mi vida, cerca del pecho escribi el nombre de mi mamá, el de mi papá, el de mi hermano y el de mi pololo, junto con fotos ya que son lo que más amo y lo más importante para mi, en una de mis piernas volví a repetir el nombre de mi mamá. En los brazos y pecho puse fechas importantes, como el primer viaje que hice a Uruguay a ver a mi pololo, el día del bautizo de mi ahijado Agustín, el día en que escalé el cerro más alto y las vacaciones que viajé a Ecuador con mi papá a conocer a mi familia de allá. Por fuera puse algunas cosas pero que más que nada eran adorno, porque lo más importante para mí estaba dentro de mi cuerpo. Por fuera habían cosas que me gustaban, como el verano, el sol, el chocolate y ese tipo de cosas, que en realidad no tienen mayor importancia para mí.

En lo personal, fue una buena experiencia realizar este trabajo ya que me sirvió para darme cuenta de que tengo muy identificado qué y quiénes son las personas y cosas importantes en mi vida y por qué lo son, no necesité colocar gran cantidad de cosas por los alrededores para llenar mi trabajo porque yo sentía que con lo que había dentro de mí ya estaba lleno.

No había cosas que sacar porque me quedo en realidad con lo bueno de las cosas, aprendo de ellas y no me quedo pegada en las cosas malas, por eso no las quise poner y por eso ya no las tengo que sacar porque ya las saqué a su debido tiempo de mi vida.

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